Papel Pintado
Cuarenta laminas a todo color. Esa es la descripción de Papeles Decorativos, escrito por Joanna Banham. Este libro, que en realidad es una colección de posters, nos cuenta de manera breve la historia del Papel Tapiz. Una historia de riqueza, intercambios comerciales, flores, colores y una práctica que borra las linea que supuestamente separa al arte del diseño comercial.
Al hojear este libro, no solo voy recogiendo imágenes, también voy recogiendo palabras. La traducción hecha en España, a partir del texto de una autora inglesa, entrega ensambles de palabras que quisiera usar de inmediato. Por ejemplo “La obra de Willam Morris sirvió de inspiración para la segunda generación de artistas diseñadores, demostrando que el arte no es lo contrario del diseño comercial”. Me urgía decirlo o escribirlo yo también. Me permito ser el niño que regresa a casa y repite los trucos que acaba de ver en el circo.
Los wallpapers me resultan fascinantes. No solo por el diseño, si no por lo hipnótico que pueden ser lo patrones. Imágenes que, al sumarse, se convierten en una textura. Por mucho ornamento que tengan, no pretenden robar la mirada, sino cobijar un entorno.
Aunque es popular la idea de que las obras de arte sean piezas únicas, le encuentro un valor especial a las formas de arte que se permiten ser repetidas. En el caso de los wallpapers, se trata de de imágenes que, en sí, se repiten. Además, en su naturaleza comercial, están hechas para replicarse infinidad de veces. Los diseños de William Morris, por ejemplo, se siguen distribuyendo por todo el mundo desde 1860.
Ante la presión por ser únicos, la ambición por destacar o el hambre de sobresalir; se nos puede olvidar la importancia de acompañar, de cobijar o de contener. The perks of being a wallflower, una historia de Stephen Chbosky, describe un grupo de adolescentes que aparentemente pasan desapercibidos. En su título, presenta el atributo de un Papel Tapiz como una ventaja en la vida. Hablando de traducciones, Las ventajas de ser invisible, nos invita a pensar sobre la valiosa de idea de estar presentes sin que nadie lo note.
Me quedo con el valor de repetir esta idea. Repetirla, sin miedo ni culpa. Me quedo con la curiosidad de Joanna Nabham, al explorar este discreto universo. Me quedo con las traducciones que sirven para llevar un arte a más personas. Me quedo con la traducción de uno de los roles de la autora. Es miembro del Comité de Historia del Papel Pintado. Todo lo que acabo de escribir, era para tomar ese par de palabras como título. Me urgía regresar a casa y repetir el truco.