Champagne

Ando con esta idea del texto de verano. Sí, cómo el tinto de verano, pero texto. Me parece apropiado atender otras cifras que también están sucediendo. Es verano, sale el sol, la gente la quiere pasar bien y el champangne está helado.

Las vacaciones se cuelan entre la pandemia. Está quién de plano se va a la playa y otros que, por lo menos, ponen las caguamas o el café a enfriar. De hecho, este verano he probado unas siete variedades de bebidas heladas con café. Algunas adornadas con una cascara de lima y otras con cascara de naranja. 

Scrolleando en Instagram me maravillé con unas piezas de Melissa Paredes. Su trabajo suele desarmarme. Me lleva directo a las emociones. Sin poderme detener mucho en las reflexiones. En este caso, se trataba de escenas de unas deliciosas vacaciones.

La busqué para preguntarle por su última serie. Riendo, me contestó que propiamente no era una serie. Que estaba de vacaciones y que también se tomaba un descanso de sus proyectos. Que solo pintaba cosas que le parecían bonitas. Cierto, es verano. Es importante atender las vacaciones cómo se debe. 

Me comentó “siempre me han gustado estos paisajes idílicos de vacación dónde el sol entra, hace calor y las personas están semidesnudas. Muy Sorolla, pues”. Escuchar algo así me resultó muy refrescante, válgame la expresión. Hay momentos para todo. Una tarde soleada de verano es para gozarse.

Tengo un crush con el trabajo de Melissa Paredes. Me sacude para recordar la importancia de atender una escena de cumpleaños, un rato en el parque o unos días de vacaciones. La temperatura sube y las fabricas de hielo trabajan a toda marcha. La vida se pone dura a ratos; pero las caguamas, el café y el champagne está helado.