El gesto

El gesto

Hace unas semanas asistí a una sesión de “Presto mi Casa”, organizada por LARSCHOOL, en la cuál presentaron 3 artistas y una promotora de arte. Una de las artistas fue Dominique Suberville, quién presentó su trayectoria y un proyecto que está en pleno proceso. Ese último proyecto despertó varias preguntas del público por sus intrigantes imágenes.

Dos cervezas después de las charlas, Catalina Restrepo me presentó a Dominique y tiró la mágica frase “usted debería visitarla en su estudio”, a lo que Dominique accedió sin ningún problema. 

Llegó la tarde del miércoles en la que estaba agendada la cita y me presenté en el estudio. Ahí estaban a la mano los materiales, referencias, bocetos y experimentos. Fuimos platicando sobre su historia y sobre los motivos que disparan estas piezas que presentará cuando esté listo el proyecto. 

Por hoy no quisiera revelar muchos datos de la pieza y su concepto, pero lo que nos deja ver es una evidente reflexión sobre la iglesia y la medicina; dos territorios a los que difícilmente somos ajenos. Creo que para bien y para mal, todos tenemos una experiencia significativa en estos dos terrenos. 

Al preguntarle de varias formas qué quería contar con las piezas, ella me fue respondiendo en todas las ocasiones que le parecía más importante lo que el público podría preguntarse a través de enfrentar su obra. Me comentó que los artistas tenían la fortuna de cuestionar cualquier cosa y que a ella le parecía importante que la gente pudiera hacer lo mismo a través del trabajo presentado.

Ese día comprendí una cualidad valiosa en artistas cómo ella, la generosidad. Este tesoro que significa la oportunidad de cuestionar algo, Dominique lo pone a disposición de su público. Meses de investigación, bocetos, prototipos y reflexiones para que alguien pueda tener un momento introspectivo ante la obra. Me parece que dicha generosidad es un gesto muy valioso que debemos tener en cuenta la hora de enfrentarnos a la obra de un artista. 

Estoy agradecido con Dominique por abrirme las puertas de su estudio y permitirme comprender esta cualidad que comparten muchos artistas. 

 


 



Nada

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Ornamentos

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