Splosh

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Click. Tic toc. Tic toc. Tic toc. Splosh. La luz viaja más rápido que el sonido. Primero llega el destello a los ojos, luego escuchamos el trueno. De golpe llegaron las imágenes de una Cabeza Olmeca aplastando un Tesla, de Chavis Marmol. Semanas después, llegan las ideas para hacer un comentario.

La primera vez que supe de Chavis Marmol, fue por una entrevista de STILL LIFE MTY hecha por Georgia Durán, previa a FAMA 2020. En  la entrevista, el artista comentó sobre su trayectoria, sus ideas, sus técnicas y su pieza, que en esa ocasión, hacía referencia a una de Duchamp.

En perspectiva, lo que entiendo es que es un artista más enfocado en trabajar en sus piezas, que en explicarlas. Tiene claro que usa el humor en su trabajo, pero está claro que lo hace con seriedad. Desde la temática, hasta la técnica. Que va desde hacer la herrería para una replica del botellero de Duchamp, hasta lo que implica una replica de una Cabeza Olmeca, de 9 toneladas; que sería colocada meticulosamente sobre un Tesla. La pieza que le fue comisionada por Colima 71.

Me acerqué a Georgia Duran para pedirle un comentario sobre la nueva pieza, a propósito de aquella entrevista del 2020.

Me confirmó algo valioso en muchos artistas. La congruencia. Se trata de sus recursos, de sus temas, de su tono. Y en este caso, cumpliendo uno de sus propósitos, llegar a más gente con su trabajo.

Esa congruencia y constancia que distingue a los artistas de los ocurrentes. Lo que distingue una idea de una puntada. Lo que distinguen un trabajo de una idea.

Me parece valioso que avanza por encima de criticas esperables. Por encima de los policías de la originalidad. Lo valioso acá, es que existe. Pesa 9 toneladas. Y tiene una contundencia que le da la vuelta al mundo.

En mi caso, cae con el peso de lo que me intriga el uso de símbolos prehispánicos en el arte. Cae con el peso de lo que significa vivir en Nuevo León y tener un gobernador que insiste que en esta armadora de autos está el futuro del estado. Y me cae en el punto de comprender que una idea cobra valor, en la medida de que realmente exista y llegue a la gente. Me jala los orejas para ponerme a escribir y publicar, en vez de solo pensar en hacerlo. Tic toc. Tic Toc. Splosh.

Foto de Portada. RAQUEL CUNHA (REUTERS)

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