Me llamo Ernesto.

Conocí el nombre de Carlos Amorales por los típicos catálogos que te dicen cuáles son los artistas mexicanos que la están rompiendo. La verdad siempre me salté las páginas que tenían un luchador con una máscara rara. Ahí estaba, pero por distraído nunca me detuve a comprenderlo. 

La primera vez que le puse atención fue en una charla que dio en la Nave Generadores del Centro de las Artes en septiembre de 2017. Ahí nos platicó a un grupo, que no superaba las 60 personas, cómo empezó su carrera en el arte.

Nos contó que su nombre, Carlos Amorales, lo adoptó como una estrategia para separar su nombre de su padre, Carlos Aguirre, quien también es un artista destacado. Al juntar la primer letra de su apellido con el apellido de su madre, dio como resultado un nombre que en sí cargaba nuevos significados.

En su estancia en Holanda, durante los 90s, desarrolló un proyecto al cual le dio seguimiento durante 10 años. En dicho proyecto, para abordar los cuestionamientos de su propia identidad, mandó confeccionar una máscara de luchador con los rasgos de su rostro, y a través de esta máscara hacer múltiples ejercicios, entre ellos, una pelea “Amorales VS Amorales”. 

La obra me toca, porque además de ser muy clara, me lleva a una etapa larga de mi vida donde también me hice de una máscara para enfrentar el mundo exterior. Al llamarme igual que mi padre (lo cual nunca me representó un conflicto evidente) me hice de dos personajes, Neto, para la familia, vecinos y la iglesia; y a partir de la secundaria me llamé Vallejo para los compañeros de la escuela, trabajo y vida adulta. Incluso hasta hace 3 años pedía que mis tarjetas de presentación sólo pusieran Vallejo. Neto era el de la casa, el buen muchacho, Vallejo era el creativo publicitario, el de las ideas. Mis amigos más cercanos han llegado a conocer una especie de Neto Vallejo que no terminaba de ser ninguno de los dos personajes. 

Hace dos años me empecé a quitar la máscara. Opté por presentarme como Ernesto Vallejo y dejar que conozcan a un nuevo personaje que yo también estoy descubriendo. 

Me pregunto si Carlos Amorales, es sólo un personaje para nosotros los espectadores, pero será Carlitos para su familia y Charly para sus amigos.