La Belle Époque de La Miguel Hidalgo.
Me es inevitable reflexionar sobre las intersecciones entre el arte y la publicidad, o las marcas en general. No siempre es afortunada, pero cuando se logra, lo celebro.
Busqué a Pamela y le pedí el contacto de Taquito Jocoque. Una artista, cuyo trabajo es muy divertido y quién, además, colabora con marcas de manera muy orgánica.
Les pregunté sobre su postura, respecto al trabajo de artistas con marcas. Me comentó que para ella es muy congruente. Parte de su naturaleza como consumidora y elige trabajar con marcas que estén en armonía con su forma de pensar. En este caso, son las marcas las que se acercan. Ella es quién elige con cual marca trabajar.
Le pregunté por su trabajo con El Micky, un bar localizado en la delegación Miguel Hidalgo de la CDMX. A través de una entrevista que le hizo Mijangos a Dora Mariana, me enteré que Taquito Jocoque había hecho unas piezas para el bar. Me comentó que fue algo que se dio de manera espontánea. Se trata de un lugar que ella disfruta mucho y, que en la medida que el lugar se hacía popular, era importante que lo cuidaran entre todos los asistentes. A través de una serie de ilustraciones, ella convoca a los usuarios a cuidar el lugar.
Le comenté que este trabajo me recordaba los carteles de Henri de Toulouse-Lautrec. Un artista que se sabe que le gustaba la fiesta y, en su momento, diseñó carteles, en los cuales imitaba la estampa japonesa, para promover los antros que él frecuentaba.
Después de pensar en ambos trabajos, más allá de lo que pueda opinar sobre la colaboración entre artistas y marcas, me lleva a la idea de que el arte puede venir de muchos lados. Con fortuna, puede venir de la amistad y la fiesta. Cuando viene de esos lugares, me gusta que le llamen Belle Époque.