Nuevo Cadereyta.

Nuevo Cadereyta.

Un día leí una nota dónde contaban que Quentin Tarantino tenía planeado hacer solo 10 películas y luego se retiraría del cine. Le preguntaron qué haría en su retiro y mencionó que le gustaría hacer teatro.

Tiempo después fui a ver unas obras de Microteatro, estas casas donde acondicionan habitaciones para presentar obras de teatro muy cortitas. Esa experiencia, que me regresó a ser el niño que quiere llegar a casa para repetir los trucos que acaba de ver en el Circo, me tenía pensando qué podía hacer en ese terreno.

El resultado fue un ejercicio el que agarré algunas de estas ideas.

Aquí les dejo este cuento incompleto basado en la obra de Quentin Tarantino.

Nuevo Cadereyta

Eran las seis la mañana cuando Adrian llegaba puntal en su Honda Civic por Julia y Paulina a su departamento. Las dos estaban listas, aunque un poco somnolientas, para emprender un viaje de fin de semana. Aunque en Monterrey estaba pronosticado que el sábado la temperatura llegaría hasta 35 grados, las madrugadas de marzo aún son frescas, así que las dos llevaban puestas unas chamarritas de mezclilla que les levantaban mucho el estilo. Para suerte de Julia, la chamarra le justificaba llevar ese sombrero vaquero que consideraba el toque perfecto para el outfit de este viaje.

Para las 6:20am ya habían pasado la primer caseta de la carretera y, aunque todo se sentía como otro viaje más a McCallen; este no era un típico shopping trip, los tres se dirigían a Nuevo Cadereyta, la tercer Ciudad-Teatro montada por la compañía argentina “MacroTeatro”. Esta era la respuesta descomunal al concepto de “MicroTeatro”, aquella moda que trajeron unos españoles, en la que acondicionaban casas para que cada habitación fuera el escenario de una corta obra de teatro.

A eso de las 7am se estaban estacionando a las orillas de Nuevo Cadereyta. Sabían que tenían que ser puntuales, ya que de otra manera perderían la reservación que habían hecho desde diciembre, cuando compraron los boletos inmediatamente después de haber recibido su aguinaldo.

Al llegar a Nuevo Cadereyta, no se puede ver más que una gran muralla naranja con salidas de emergencia. Destaca un gran portal con pantallas que muestran escenas del trailer de la obra que se presenta esta temporada.

Aunque el reglamento se muestra en esas pantallas, hay varios carteles para leerlo detenidamente.

Reglamento: Prohibido tomar fotografías o video. Prohibido fumar en áreas cerradas. Prohibido tocar a los personajes o interferir en las escenas. Si usted decide suspender su experiencia, deberá girar su pulsera verde para tener visible el lado rojo. Personal de MacroTeatro lo asistirá inmediatamente y le dará indicaciones para salir.

Ya solo faltan 5 personas en la fila para que Adrian, Julia y Paulina entren al famoso MacroTeatro.

En las pantallas aparecen imágenes de sus primeras 2 franquicias; una en Villafranca del Castillo, que está a 20 minutos de Madrid; y la otra en Tigre, muy cerca de Buenos Aires. También muestran renders de sus dos próximas aperturas en Chicago y Tokio.

El trío de amigos está muy emocionado ya que la obra que están presentando es El secreto de Bruno de Quentin Tarantino. El Director cumplió su promesa de solo hacer 10 películas para luego hacer otras cosas, cómo dirigir teatro, pero nadie esperaba esto. La critica no ha parado de elogiar la puesta en escena, y ningún fan de Tarantino se quire quedar fuera de Nuevo Cadereyta. Este fenómeno, trae como consecuencia que siempre veamos unas 4 o 5 chicas vestidas de amarillo al estilo Kill Bill y grupitos uniformados con traje y corbata negra, haciendo homenaje a Perros de Reserva. Julia es ese tipo de “fan” con un look muy western inspirado en Machete, que de hecho es de Robert Rodriguez; pero sus amigos no arruinarle la ilusión.

Llegan a la entrada, Paulina abre su bolsa para sacar los tres boletos y se da cuenta que no los trae.

MTY- May2016

Holofernes.

Holofernes.

Melmac

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