Exhala
Ya han sido muchos días de contención. De andar con cuidado. De mantenernos en calma. Inhala, exhala. Inhala, exhala. Inhala, exhala. Ya fueron muchos días de “esto”.
Entiendo el valor de la prudencia, pero dentro de mí hay un deseo de salir disparado cómo un toro de lidia. Sería emocionante, claro. Pero siendo realista, entiendo que lo normal es que un toro de lidia muera en el ruedo. Inhala, exhala.
Durante las últimas semanas he seguido y, hasta he participado, de muchas mecánicas para mantener vivo al arte. Cuesta trabajo. Implica leer más, ver entrevistas en vivo por Instagram, apuntarse a conferencias de Zoom, elegir una opción de toda la nueva oferta de contenidos. Veré una entrevista entre un curador y un artista, seguiré una clase de yoga o mejor veo las ocurrencias de un comediante. Suena divertido, pero a mí me resulta muy agotador.
De pronto Monica me dice, ¿Pero sí viste el último video de C. Tangana?. Le doy play y madres, Del Prado en esteroides. Si bien, ahora no podemos visitar los museos, compruebo que el arte se nos puede presentar de una forma diferente, para abordar los temas de este momento en los vehículos de este momento. La pieza Guille Asesino, trae a este maldito dos mil veinte, una serie de imágenes provocadoras que pudimos haber visto de manera pasiva en un museo. Probablemente estas imágenes recuperan relevancia al ponerlas al lado de nudes, de videollamadas pasionales, de imágenes desconcertantes. De un pum pum pum que nos invita a salir YA de esto.
Hablando del Prado, supongo que si Goya estuviera viviendo en este maldito dos mil veinte, también estaría haciendo trap, videollamadas pasionales, pidiendo nudes y saliendo al ruedo a vivir a tope. Exhala.
De postre les dejo esta pieza de Beyonce y Jay Z, que nos ofrecen un emocionante paseo por el Louvre.